Módulo 2: ¿Cómo está escrita La Odisea?


Como se habrán dado cuenta mientras escuchaban los fragmentos de La Odisea, el lenguaje es complejo, entre otras razones, porque está alejado de la manera en que lo utilizamos en la actualidad. Les proponemos reflexionar sobre algunos aspectos del relato escrito de La Odisea para que puedan comprenderla mejor. Durante este módulo leeremos el episodio de Polifemo.


Escuchen y lean el primer párrafo del episodio de Polifemo, incluido en el Canto IX, y parte del segundo. Continúen leyendo por su cuenta hasta finalizar el segundo párrafo. Les recomendamos utilizar sus auriculares.

Fragmento 1. Módulo 2

(…) «Desde allí proseguimos navegando con el corazón acongojado y llegamos a la tierra de los cíclopes de un solo ojo, los soberbios, los sin ley; los que, confiados en los inmortales, no plantan con sus manos frutos ni labran la tierra, sino que todo les nace sin sembrar y sin arar: trigo, cebada y viñas de grandes racimos que producen rojo vino. La lluvia de Zeus se los hace crecer. Habitan las cumbres de elevadas montañas, en profundas cuevas. No tienen ágoras donde se reúnan para deliberar, ni tienen leyes. Cada cual impera sobre sus hijos y mujeres, y no se preocupan unos de otros.
«Más allá del puerto se extiende una isla llena de bosques, no muy cerca ni a gran distancia de la tierra de los cíclopes. En ella se crían innumerables cabras salvajes, pues no pasan por allí los cazadores que se fatigan recorriendo los bosques de las crestas de los montes. Esta isla alimenta las baladoras cabras aunque no posee ganados ni cultivos, así que, no arada ni sembrada, carece de labriegos todo el año. Los cíclopes no poseen naves de rojas proas ni disponen de artesanos que se las construyan, las cuales tendrían como destino cada una de las ciudades de los mortales, a las que suelen llegar los hombres atravesando el mar con sus embarcaciones, unos en busca de otros. Estos hubieran podido hacer que fuese más poblada aquella isla, que no es mala, y daría a su tiempo frutos de toda especie porque tiene, junto al canoso mar, prados húmedos y blandos y allí las viñas producirían constantemente. La parte inferior es llana, apta para labrar y podrían segarse, en la estación oportuna, mieses altísimas por ser el suelo muy fértil. También hay en ella un puerto fácil para atracar, donde no hay necesidad de cable ni de arrojar las anclas ni de atar las amarras. Se puede permanecer allí, una vez arribados, hasta el día en que el ánimo de los marineros les impulse a partir y soplen los vientos. En la parte alta del puerto corre un agua resplandeciente, una fuente que surge de la profundidad de una cueva alrededor de la cual crecen álamos.
Hacia allí navegamos y un dios nos conducía a través de la oscura noche. No teníamos luz para verlo, pues la bruma era espesa en torno a las naves y Selene, la luna, no irradiaba su luz desde el cielo y era retenida por las nubes; así nadie vio la isla con sus ojos ni las enormes olas que rodaban hacia tierra hasta que arrastramos las naves de buenos bancos. Recogimos todas las velas y descendimos sobre la orilla del mar y esperamos a la divina Eos durmiendo allí (…)


Ya han escuchado leer y han leído los dos primeros párrafos del episodio de Polifemo. Llega el momento de compartir lo que les ha impactado, lo que otros han advertido y quizá pasó desapercibido, lo que cada uno ha interpretado. El profesor coordinará este espacio para garantizar que todos puedan escucharse y dar su parecer.


Enriquecer las maneras de decir

En la vida cotidiana hay expresiones que quieren decir algo diferente de lo literal. Disfrutemos juntos el relato que el periodista Víctor Hugo Morales hizo del segundo gol de Maradona a los ingleses durante el Mundial de 1986. Les recomendamos utilizar sus auriculares.




Les proponemos volver a mirar el video para reflexionar sobre las maneras en que Víctor Hugo Morales se refiere a Maradona y al pueblo argentino que grita ese gol a los ingleses.

El periodista llama a Maradona: “el genio del fútbol mundial”, “barrilete cósmico” y “Diegol”. ¿Qué quieren decir esas expresiones?
Sobre el pueblo argentino que grita el gol se dice: “puño apretado gritando por Argentina”. ¿Qué quiere decir esa expresión?

Compartan sus ideas entre todos los compañeros de la clase y con el profesor.


Victor Hugo Morales embellece su relato oral mediante el uso de distintas figuras del lenguaje. Una de las figuras que utiliza es la metáfora.


Una metáfora consiste en sustituir o igualar algo a través de su semejanza con otra cosa. Ejemplo: “barrilete cósmico” sustituye y se refiere a Maradona corriendo con la pelota por el campo de juego, gambeteando ingleses tal como se mueven los barriletes en el cielo durante su vuelo. La expresión “para que el país sea un puño apretado” iguala los dedos de un puño apretado con la unión del pueblo argentino gritando el gol de Maradona.


El periodista también embellece el lenguaje mediante la creación de una nueva palabra (“Diegol”), expresión que sitúa a Maradona como símbolo de gol, a partir de /go/ que comparten las palabras Diego y gol. Durante el relato, Víctor Hugo destaca y le da fuerza a ese símbolo al alargar la sonoridad de la /o/.


Maradona utiliza numerosas expresiones que juegan con el lenguaje en sus declaraciones cotidianas. Veamos algunas:



Trabajen en grupos. Elijan dos expresiones de Maradona, conversen sobre su posible significado y compartan sus conclusiones con el resto de la clase.


Varios de los juegos de Maradona con el lenguaje son comparaciones.
Para presentar o dar fuerza a una idea se la suele comparar con algo que indique alguna característica común entre ambos elementos.




¿Cuáles de las expresiones analizadas constituyen comparaciones?


Compartan sus ideas entre todos los compañeros de la clase y con el profesor.


Víctor Hugo Morales relató un gol de Diego Armando Maradona, un héroe contemporáneo del fútbol. Homero relató el largo regreso a casa después de una guerra de Odiseo, un héroe viajero. Les proponemos escuchar y leer el siguiente fragmento del episodio de Polifemo. Les recomendamos utilizar sus auriculares.

Fragmento 2. Módulo 2

«Y cuando se mostró Eos, la que nace de la mañana, la de dedos de rosa, deambulamos llenos de admiración por la isla. Entonces las ninfas, las hijas de Zeus, portador de égida, agitaron a las cabras montaraces para que comieran mis compañeros. Así que enseguida sacamos de las naves los curvados arcos y las lanzas de largas puntas. Ordenados en tres grupos comenzamos a disparar y pronto un dios nos proporcionó abundante caza. Me seguían doce naves, a cada una de ellas les tocaron en suerte nueve cabras y tomé diez para mí. Así estuvimos todo el día hasta el sumergirse de Helios, comiendo innumerables trozos de carne y bebiendo dulce vino ya que todavía no se había agotado en las naves, sino que aún quedaba, pues cada uno había guardado mucho en las ánforas cuando tomamos la sagrada ciudad de los cicones. Echamos un vistazo a la tierra de los cíclopes que estaban cerca y vimos el humo de sus fogatas y escuchamos el vagido de sus ovejas y cabras. Y cuando Helios se sumergió y sobrevino la oscuridad, nos echamos a dormir sobre la ribera del mar (...)



Les proponemos volver a escuchar el fragmento con los ojos cerrados. ¿Cómo se imaginan la escena que están viviendo los personajes?


Intercambien ideas con sus compañeros y con el profesor: ¿Quiénes son Eos y Helios? ¿En qué se fijaron para darse cuenta? ¿Qué expresiones aparecen en La Odisea para referirse a Eos y a Helios? ¿Qué imágenes aparecen con respecto a lo que estos personajes están viendo, escuchando y saboreando?




En estos fragmentos se enriquece también el lenguaje utilizando otras figuras literarias: personificaciones e imágenes sensoriales (visuales, auditivas y gustativas).


Una personificación consiste en atribuir características humanas a las cosas o a seres inanimados. Ejemplo: “(…) Eos, la que nace de la mañana, la de dedos de rosa (…)”, “(…) Y cuando Helios se sumergió (…)”.


Las imágenes sensoriales transmiten impresiones que son recibidas a través de los sentidos. Ejemplo: “(…) Echamos un vistazo a la tierra de los cíclopes que estaban cerca y vimos el humo de sus fogatas y escuchamos el vagido de sus ovejas y cabras (…)”, “(…) comiendo innumerables trozos de carne y bebiendo el dulce vino (…).




Cuando la acción avanza o se detiene


Durante la lectura de La Odisea encontrarán que hay momentos en que Odiseo y sus hombres realizan acciones que hacen avanzar o continuar la historia. En otros momentos los personajes hablan, o se describen lugares, personajes o hechos del pasado.


Les proponemos que escuchen y lean el siguiente fragmento del episodio de Polifemo. Les recomendamos utilizar sus auriculares.


Fragmento 3. Módulo 2

(…) «Cuando se mostró Eos, la que nace de la mañana, la de dedos de rosa, convoqué a una asamblea y les dije a todos: «”Quedaos ahora los demás, mis fieles compañeros, que yo con mi nave y los que me acompañan voy a llegarme a esos hombres para saber quiénes son, si soberbios, salvajes y carentes de justicia o amigos de los forasteros y con sentimientos de piedad para con los dioses.”


«Así dije, me embarqué, ordené a mis compañeros que embarcaran también ellos y soltaran amarras. Lo hicieron sin tardanza, se acomodaron en los bancos y, sentados, comenzaron a batir el canoso mar con los remos. Y cuando llegamos a un lugar cercano, vimos una cueva próxima al mar, elevada y rodeada de laureles que le daban sombra. Allí pasaban la noche varias manadas de ovejas y cabras y alrededor había una alta cerca construida con piedras hundidas en la tierra y con enormes pinos y encinas de elevada copa. Allí habitaba un hombre monstruoso, solo, apartado, que apacentaba sus rebaños y no frecuentaba a los demás, sino que vivía alejado y tenía pensamientos impíos. Era un monstruo digno de espanto: no se parecía a un hombre, a uno que come trigo, sino a una cima cubierta de bosque de las elevadas montañas que aparece sola, destacada de las otras.


«Entonces ordené al resto de mis fieles compañeros que se quedaran allí junto a la nave y que la botaran. Yo escogí a mis doce mejores hombres y me puse en camino. Llevaba un odre de piel de cabra con negro y agradable vino que me había dado Marón, el hijo de Evanto, el sacerdote de Apolo protector de Ismaro, porque lo había salvado junto con su hijo y esposa respetando su techo. Habitaba en el frondoso bosque de Febo Apolo y me había donado regalos excelentes: me dio siete talentos de oro bien trabajados, una crátera toda de plata y, además, doce ánforas llenas de agradable vino no mezclado, bebida divina. Ninguna de las esclavas ni de los esclavos de palacio conocían su existencia, sino solo él, su esposa y su despensera. Siempre que bebían el rojo y agradable vino, llenaba una copa y vertía veinte medidas de agua y desde la crátera se esparcía un olor delicioso, admirable; en ese momento no era agradable alejarse de allí. De este vino me llevé un gran odre lleno y también provisiones en un saco de cuero, porque mi noble ánimo presintió que marchaba en busca de un hombre dotado de gran fuerza, salvaje, desconocedor de la justicia y de las leyes (…).



Les proponemos que vuelvan a leer el episodio que acaban de escuchar y que realicen marcas gráficas sobre una línea de tiempo. Esta línea representaría la trama central del relato mientras que las marcas gráficas que les solicitamos serían de dos tipos: verticales y espiraladas. Las verticales deberán identificar los momentos en que el relato avanza a través de las acciones centrales de los personajes y las marcas espiraladas deberán identificar las partes en que se incluyen diálogos, descripciones de lugares, de personajes y de hechos del pasado. El profesor les dará un ejemplo antes de comenzar, realizando en el pizarrón los gráficos de la primera parte del texto. Identifiquen cada marca (vertical o espiralada) con una frase breve que les permita recordar, durante la puesta en común, por qué la hicieron. Ejemplos: “Reman hasta la cueva”, “describen la cueva”…


Compartan sus registros con los compañeros y el profesor. ¿Qué marcaron? ¿Por qué? ¿En qué se fijaron para marcar cada fragmento?


El significado de las palabras


A medida que avanzamos en la lectura del episodio de Polifemo se habrán dado cuenta de que aparecen palabras que son poco frecuentes en nuestras conversaciones cotidianas. Las palabras que ven en el siguiente recuadro pertenecen a un fragmento de ese episodio.



Trabajen en parejas de compañeros: ¿Conocen el significado de alguna/as de estas palabras? Anoten los significados que conocen o alguna idea sobre ellos.


Les proponemos que escuchen y lean el siguiente fragmento al que pertenecen las palabras del recuadro anterior. Les recomendamos utilizar sus auriculares.


Fragmento 4. Módulo 2


(…) «Así hablé, y él me contestó con corazón cruel:
«”Eres estúpido, forastero, o vienes de lejos, tú que me ordenas temer o respetar a los dioses, pues los cíclopes no se cuidan de Zeus, portador de égida, ni de los dioses felices. Pues somos mucho más fuertes. No te perdonaría ni a ti ni a tus compañeros, por evitar la enemistad de Zeus, si mi ánimo no me lo ordenara.
«"Pero dime, para que yo lo sepa, dónde detuviste tu bien fabricada nave al venir, al final de la playa o aquí cerca."


«Así habló para probarme, y a mí, que sé mucho, no me pasó esto desapercibido. Así que me dirigí a él con palabras engañosas: «”La nave me la ha destrozado Poseidón, el que conmueve la tierra; la ha lanzado contra los escollos en los confines de vuestro país, conduciéndola hasta un promontorio y el viento la retiró del ponto. Por ello he escapado junto con estos de la dolorosa muerte.”


«Así hablé, y él no me contestó nada con corazón cruel, pero se levantó de repente y echó mano a mis compañeros. Agarró a dos a la vez, los golpeó contra el suelo como a cachorrillos y sus sesos se esparcieron por el suelo empapando la tierra. Cortó en trozos sus miembros, se los preparó como cena y se los comió, como un león montaraz, sin dejar sus entrañas, sus carnes ni sus huesos llenos de meollo.


«Nosotros elevamos llorando nuestras manos a Zeus, pues veíamos acciones malvadas, y la desesperación se apoderó de nuestro ánimo (…)



Trabajen en parejas y compartan lo que puedan significar las palabras señaladas teniendo en cuenta el fragmento. Anoten sus conclusiones.


Compartan sus ideas con el resto de la clase.


El valor del contexto para interpretar


Contexto es lo que rodea a la palabra en cuestión, es decir, otras palabras, oraciones y párrafos, anteriores y posteriores.
Veamos la importancia del contexto para comprender el significado de las palabras. Hagamos un ejercicio:



El buscador te mostrará la palabra “escollo” todas las veces que se la utiliza en el texto. Si comparás las tres primeras frases de La Odisea en que aparece la palabra “escollo” ¿te aclara su significado? Para corroborar tu deducción, podés seguir buscando dos o tres veces más (“escollo” aparece once veces a lo largo de La Odisea). Después de haber contextualizado esta palabra, quizá la hayas comprendido mejor que antes. Recordá que para interpretar no es necesario conocer el significado de todas las palabras de un texto, pero si aún tenés dudas podés usar el diccionario.


Compartí tus reflexiones con el resto de la clase.


El lugar del diccionario para interpretar


Veamos qué dice el diccionario de la Real Academia Española sobre “escollo”:
(Del it. scoglio, este del lat. scopŭlus, y este del gr. σκόπελος).
1. m. Peñasco que está a flor de agua o que no se descubre bien.
2. Peligro (II riesgo).
3. Dificultad, obstáculo.


Al buscar una palabra en el diccionario vas a encontrar que puede haber más de un significado posible. Podés elegir el que te parezca más apropiado según el contexto.


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Seguir leyendo en casa


Te proponemos leer en casa el Canto IX (Odiseo cuenta sus aventuras: los cicones, los lotófagos, los cíclopes).


Compartimos el impacto que tuvo el episodio de Polifemo para el escritor y periodista Juan Sasturain:

A continuación, te contamos cómo comienza el Canto IX. Esta introducción está grabada y musicalizada como una manera de acompañarte en la lectura. Te recomendamos utilizar tus auriculares.

Fragmento 5. Módulo 2

Odiseo relata al rey Alcínoo y a su corte el inicio de su largo viaje de regreso a Ítaca. Al salir de la ciudad de Troya, los vientos lo conducen, junto a las doce naves que lo seguían, a la tierra de los cicones. Allí atacan la ciudad y arrebatan grandes riquezas. Odiseo les ordena a sus hombres que se retiren rápidamente pero ellos no escuchan sus advertencias y se quedan en la playa bebiendo y comiendo en abundancia. Mientras tanto, los cicones sobrevivientes buscan la ayuda de sus numerosos vecinos para atacar a los griegos. Se produce una violenta lucha donde mueren seis compañeros de Odiseo. Los demás logran escapar por milagro.


Las tormentas y los fuertes vientos desvían a Odiseo y sus hombres del camino de regreso a su patria y tras largos días a la deriva los conducen a la tierra de los lotófagos, así llamados por alimentarse de la flor del loto. Algunos de los griegos, luego de probar esta dulce flor, que tenía el poder de provocar la pérdida de la memoria, se olvidan de su patria y ya no desean volver. Odiseo los conduce a las naves por la fuerza y los ata para continuar el viaje.


El siguiente destino es el país de los cíclopes, seres gigantescos de un solo ojo, soberbios y sin ley, cuya tierra es fértil y rica. Odiseo, en su nave, junto a unos pocos compañeros, se propone averiguar quiénes vivían en este lugar, mientras los demás esperan. En esta exploración se encuentran con la cueva donde vivía el más poderoso y terrible de los cíclopes: Polifemo, hijo de Poseidón…


El inicio de la aventura de Odiseo y sus hombres con el cíclope Polifemo, también está grabada y musicalizada como una manera de acompañarte en la lectura. Cuando termine la grabación seguirás leyendo por tu cuenta hasta finalizar el Canto IX. Te recomendamos utilizar tus auriculares.


Fragmento 6. Módulo 2

(…) «Desde allí proseguimos navegando con el corazón acongojado y llegamos a la tierra de los cíclopes de un solo ojo, los soberbios, los sin ley; los que, confiados en los inmortales, no plantan con sus manos frutos ni labran la tierra, sino que todo les nace sin sembrar y sin arar: trigo, cebada y viñas de grandes racimos que producen rojo vino. La lluvia de Zeus se los hace crecer. Habitan las cumbres de elevadas montañas, en profundas cuevas. No tienen ágoras donde se reúnan para deliberar, ni tienen leyes. Cada cual impera sobre sus hijos y mujeres, y no se preocupan unos de otros.


«Más allá del puerto se extiende una isla llena de bosques, no muy cerca ni a gran distancia de la tierra de los cíclopes. En ella se crían innumerables cabras salvajes, pues no pasan por allí los cazadores que se fatigan recorriendo los bosques de las crestas de los montes. Esta isla alimenta las baladoras cabras aunque no posee ganados ni cultivos, así que, no arada ni sembrada, carece de labriegos todo el año. Los cíclopes no poseen naves de rojas proas ni disponen de artesanos que se las construyan, las cuales tendrían como destino cada una de las ciudades de los mortales, a las que suelen llegar los hombres atravesando el mar con sus embarcaciones, unos en busca de otros (…)



Te invitamos a seguir leyendo las aventuras de Odiseo y sus hombres con Polifemo en la página 90 de La Odisea. Si en algún momento te sentís desorientado en la lectura podés encontrar pistas que te ayuden a seguir leyendo y entendiendo: ver Pistas 1 y 2 en el apartado del Menú: “Recorridos de lectura”. Entrá a los recorridos y fijáte en cuál de los tres se ubica el Canto que estás leyendo. Allí encontrarás el número y el nombre de cada Canto, una síntesis de lo que sucede y las dos pistas de orientación.

Mientras avanzás en la lectura quizá te resulten útiles estas herramientas del procesador de texto: marcar con resaltador lo que más te llama la atención, resaltar con otro color alguna expresión que no hayas comprendido, formular preguntas por escrito a través de globos de comentarios sobre aspectos que no te quedan claros, etc. Te recomendamos que utilices la versión en Word que encontrarás en el apartado “Biblioteca Literaria” del Menú.


Leer en pantalla, tal como sucede con un libro, te permite buscar en tu casa o en tu barrio un lugar donde te puedas concentrar. Leer textos extensos y complejos te prepara para comprender mejor otros textos que te presente la vida como estudiante y/o como trabajador.


A lo largo de este proyecto vas a tener la ventaja de compartir lo que entendiste con tus compañeros y con el profesor durante las clases.

+ Amuleto 2